Quien habla de un paso a la vez, caminos, jerarquías, pedaladas y escaladas, se puede responder con una palabra: Rami. Uno que en el gran fútbol apareció casi de improviso, con una fuerza de voluntad y poderosos músculos, que levantan 100 kilos en banca y que nunca se ha rendido. Con 20 años, cuando un jugador se desgañita por una presencia y quizás invierte su primer dinero en un coche, el futuro defensor del Milan trabajaba duro y los primeros euros los llevaba a casa.
Nacido en Bastia de padres marroquíes, de pequeño se marchó a la Costa Azul en Frejus, no le gustaba ir al colegio (el “Alumno Fantasma” le escribían en las páginas) y cuando los suyos se separaron, empezó a hacer de operario: mecánico, jardinero, a limpiar las pintadas. ¿Y el fútbol? Empezado por su hermano, póster de Nesta en la habitación, se peleaba en la 4ª división: primero por la derecha, luego en ataque para aprovechar su físico, luego se lesionó un defensa, le probaron a él y jamás abandonó esa posición. Nada de cantera o centros de formación, cada día se levantaba a las 04:00, trabajo, parada al mediodía y entrenamientos: una rutina que lo endureció.
El Lille se fijó en él, le hizo una prueba, lo compró por 10.000 euros, él firma con 21 años su primer contrato y tras 15 partidos en la Ligue 1 se va a la Selección. Lo intentó Marruecos, pero Rami es ambicioso y dijo no: no quería cerrarse las puertas a su posible llegada entre los Bleus. El resto es historia reciente. En Lille explotó bajo Rudi García (que intentó llevárselo a la Roma), gana campeonato y copa de Francia en 2011, luego se va al Valencia, que lo había ya fichado en enero y se confirma como un sólido central: 1,90, gran remate de cabeza (“En juego aéreo están a mi nivel Ronaldo, Ramos, Kanouté y Llorente”, dice), tiene personalidad e inteligencia táctica. Durante dos años fue votado como el jugador más sexy de Francia, sus compañeros del Lille le llamaban Shrek, en España pasó a ser la Roca, pero suceden cosas con el Valencia.
En abril el club y los hinchas se enfadan cuando Rami se va a Lille para un acto de beneficencia y se lesiona en el pie por intentar bailar el Gangnam Style. Otro dato el pasado verano: “Me tratan como un objeto para ganar dinero. No es normal que mientras me entreno, aparezca el director deportivo en el gimnasio y me pregunte que si quiero irme al Anzhi”. Tensas historias, hasta la explosión final en la radio: “Hemos perdido a Albelda, Soldado y Tino Costa, ahora en el vestuario solo están los pelotas de la maestra, que no te dicen las cosas a la cara”. El Valencia lo suspende, y ahora el horóscopo dice que su futuro será el Milan.
“Estamos negociando, no hay nada cerrado”, dice el Presidente español Salvo. Pero Rami llegará mañana a Italia para que realice las pruebas atléticas en MilanLab. Galliani ayer, respondiendo sobre una pregunta del mercado, respondió: “Alguno llegará, pero no sé si será japonés, chino o francés”. Si todo va a buen puerto también con Honda, podría haber centrado dos sobre tres.
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