Un nuevo Kaká para un nuevo Milan.

UN NUEVO KAKÀ PARA UN NUEVO MILAN

El futuro por ahora es toda una hipótesis, porque un equipo con tantos problemas no puede permitirse audaces experimentos. Pero, si las cosas mejoran, Allegri podría realizar el proyecto que tiene en mente desde hace tiempo, cuando ni Kakà ni siquiera era un jugador del Milan: “Si lo fichamos le pondré por delante de la defensa”, dijo en verano de 2012. Ha podido probarle en el amistoso de Berna, donde el brasileño llegó a ocupar hasta tres posiciones: extremo izquierdo, mediapunta y al final, regista.

Playmaker puro, quizás para cambiar esas críticas hacia el entrenador donde solo prefiere jugadores con músculo, con temperamento, con poca sensibilidad para construir juego. Quizás sea tarde para cambiar la idea de hinchas o a los periodistas, tampoco lo es para construir una segunda vida milanista para Kakà. A Ricky le gusta esa idea, por otra parte, solo él puede ayudar al Milan a cambiar de piel. El brasileño es un jugador inteligente, aceptó la evolución hacia el puesto de delantero puro cuando hacía falta aprovechar sus dotes técnicas y su extraordinaria capacidad de acelerar.

Ahora que los años han pasado, no está mal para él que esté posicionado más atrás, algo que ya hizo de manera visible en San Siro ante el Barcelona. Allegri espera el regreso de El Shaarawy para volver al 4-3-3 y en sus pensamientos hay un equipo técnico e impredecible, con Balotelli, Pazzini, El Shaarawy arriba, Kakà colocado entre los centrocampistas: luego pueden haber muchas variaciones, pero la idea de aprovechar las cualidades del brasileño en el medio, es un punto fijo para el técnico rossonero. Sobre Stephan, es probable que esté en el banquillo ante el Genoa para luego llevarlo a Champions ante el Celtic. Si los resultados acompañan, pronto veremos a un Milan totalmente diferente.