Adriano Galliani finalmente estará hoy en Milanello, para hablar al equipo al completo, seguramente para anunciar la decisión de adelantar la concentración a mañana. Algo que debería servir para mantener alta la concentración, algo que es ya un clásico del fútbol. Cuando las cosas van mal, el pensamiento del retiro ayuda: sobre su validez se discute desde hace años, pero eso no quita para que sea la misura favorita del club y entrenadores en los momentos difíciles.
Ayer era jornada de reunión en Via Turati: también estaba Barbara Berlusconi, tenía programada una serie de reuniones. Luego Allegri y Galliani comentaron la situación y sobre la posibilidad de una concentración más larga que penalizaría sobre todo a los internacionales que están cerca de volver. Es por eso que Galliani quiere hablar con el grupo, explicar lo que se espera de un equipo todavía en construcción, pero no por eso legitimada para realizar malas prestaciones. Casi seguramente el equipo estará en Milanello a partir de mañana por la noche: la concentración anticipada ya fue utilizada la pasada temporada, en situaciones análogas.
Allegri ya se pronunció en Caen y la rabia disminuyó. Lo que queda es la clasificación en la tabla, tan dura que el entrenador ha dicho ni querer verla. El técnico hasta ahora ha hecho de chivo espiatorio, alejó presiones y críticas de sus jugadores, ahora la situación es diferente y Allegri empieza a levantar la voz. Hay que acabar el campeonato juntos, de la mejor manera posible. El scudetto es ya una quimera, pero un buen puesto en la tabla es algo necesario y posible, al igual que la conquista de la Copa de Italia, tradicionalmente dejada de lado por el Milan, que en la época berlusconiana solo se ha ganado una.
En un periodo así, en cambio, sería un éxito: con los primeros que corren y el regreso de los lesionados que procede con prudencia, la Copa de Italia se convierte en una buena alternativa. Razón por la cual, Allegri no tiene ninguna intención de dejarla escapar ni tampoco repetir las prestaciones de los últimos tiempos. De momento las cosas van mejor en Europa, pero el Milan no puede pensar en ganar la Champions, mientras que los cuartos de final podrían alcanzarse con algo de fortuna. Pero Allegri no se puede permitir el lujo de mirar tan adelante, viendo la situación del equipo, que se refuerza solo en ataque con algunos regresos, incluyendo el de Balotelli (que ya puede jugar ante el Udinese).
A propósito de Mario, le será pedido de nuevo que sea de nuevo la estrella, viendo que para el Milan lo es. Se espera que tenga un mayor sentido de responsabilidad y lo mismo le pide el Milan al más adulto pero también más fogoso Mexes. Caen no se debe ser olvidada, pero el Milan necesita volver a empezar. Una operación fallida en otras ocasiones y ahora es algo indispensable: la clasificación llora, la Champions espera. En los próximos partidos habrán observadores especiales. El entrenador tiene su responsabilidad, pero no puede estar en el punto de mira él solo. Y para estudiar los justos comportamientos, sobre todo para dar la justa señal, una noche todos juntos podría ser algo útil.
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