La lógica se impuso. Armenia tenía que buscar desesperadamente la victoria para poder al menos aspirar a una carambola de resultados que le permitieran ir finalmente a Brasil. Y, lógicamente, los armenios salieron en tromba al ataque, sin temer a los tetracampeones mundiales. Ya en el minuto 3 el defensa Asteri realiza un error clamoroso que sin embargo no aprovecha Movsisyan. El mismo jugador sí que aprovecha otro error en la defensa italiana, esta vez a cargo de Aquiliani y, tras robarle el balón lanza con su destra y marca el primer gol. Era el temprano minuto 4 y Armenia ya había conquistado su objetivo.
A partir de ese momento la lógica se volvió a imponer. La poderosa Italia no podía consentir que una en principio floja Armenia le batiese en su propia casa. Y el engranaje de Montolivo y Pirlo en el centro del campo, apoyados con las subidas del defensa Abate y de Osvaldo e Insigne en el ataque dieron la vuelta al partido.
Este quinteto en particular no dejó de fabricar claras ocasiones de gol, la mayoría consistentes en rápidos contraataques y fallos finales en los pies de los atacantes, especialmente Osvaldo, que se centró en jugadas quizá demasiado individuales.
En esas estábamos cuando Insigne, que jugaba en su ciudad y se veía espoleado por el público local, tira fuerte al palo pero el portero del Dinamo de Moscú Berezovski cubre el hueco, así como el posterior tiro de Osvaldo. Dos minutos más tarde, en el 23, los mismos protagonistas –Insigne y Osvaldo- engarzan una gran jugada que finaliza de un testarazo el joven Florenzi y consigue el tanto del empate.
Italia está a estas alturas del partido más agresiva y reactiva. Se la ve crecida en situaciones adversas. Los ataques se suceden y a ellos se unen los armenios en alguna ocasión, como el contraataque de Ozbiliz que el portero Marchetti (que sustituía al sempiterno Buffon hoy bajo los palos italianos) salva en dos tiempos.
El segundo tiempo parece otro partido: Armenia ya no cree en sí misma ni en el milagro y a Italia únicamente la empuja la entrada de Balotelli en el minuto 53, que provoca de tanto en tanto contraataques jugando en tándem con Insigne. El dúo protagoniza varias jugadas de peligro, pero Italia pronto cae en una fase de falta de ideas.
Armenia se aprovecha del atasco italiano y su estrella Mkhitaryan cabecea un córner y mete el balón entre la red en lo que es una muestra clara de despiste defensivo azzurro. Y la lógica volvió a imponerse. Cuando sobre el terreno de juego hay dos talentos como Pirlo y Balotelli no puede ocurrir otra cosa que no sea, como mínimo, un precioso gol. En el minuto 75 Pirlo realiza un pase perfecto sobre el milanista que se va solo con velocidad y marca el 2-2.
En el ultimísimo partido Balotelli tuvo en sus botas la victoria. Ambos equipos no acaban satisfechos: unos dicen su definitivo adiós a Brasil y los locales temen no ser con seguiridad cabezas de serie en el sorteo para el Mundial 2014
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