El equilibrio debe ser una dote innata, quizás es también por lo que ha conseguido transmitirlo en el campo. Andrea Poli es una voz fuera del coro: a sus 24 años no tiene crestas ni pendientes, no twitea y protege la vida privada con la misma tenacidad con la cual defiende el balón de sus rivales. Casi casi parece él el menos normal en medio de tantas extravagancias. “Cada uno tiene su estilo, yo siempre he sido así”.
A propósito de estilo, ¿qué te ha sorprendido de Seedorf?
“Punta mucho sobre la psicología: es la primera vez que tengo un entrenador así. Da mucha importancia a la comunicación a nivel individual, es fundamental porque se crea una comunicación”.
Opinión compartida con el resto de tus compañeros: ¿no había el mismo diálogo con Allegri?
“Allegri era diferente, hablaba menos. En cualquier caso, un despido es siempre un disgusto. Es una derrota para todos, cada uno de nosotros debe asumir sus responsabilidades, yo el primero”.
Con Allegri eras uno de los más utilizados, con Seedorf te perdiste cuatro partidos seguidos. ¿Temiste quedarte en el olvido?
“En realidad me quedé parado por la fiebre. Ante el Udinese en la Copa de Italia tenía que haber sido titular, pero tenía un virus que me condicionó durante toda la semana. Ante el Cagliari estaba todavía debilitado, luego antes del partido ante el Torino de acuerdo con Seedorf decidimos que era mejor que me quedara en Milanello trabajando para recuperar mi forma física. Esos días fueron fundamentales para recuperar la brillantez. Nunca me he sentido apartado, Clarence me dejó claro que contaba conmigo”.
Ante el Atlético volviste a ser titular pero en un puesto insólito, el de mediapunta, y el Milan encontró el equilibrio entre repartos que le faltó en anteriores encuentros. ¿Qué cosa ha cambiado?
“Con Ferrara en la Samp ya jugué en esa posición, pero de manera diferente: partía desde más atrás. Seedorf me ha pedido movimientos nuevos pero congenian con mis características: ahora puedo acompañar la acción ofensiva y volver para ayudar en defensa, contribuyendo al equilibrio general. Es una posición que me gusta mucho, lo siento adaptado a mí”.
¿Se lo sugeriste al técnico?
“No, fue intuición suya. Empezó a probarme la semana antes del Atlético. De Seedorf jugador aprecio sobre todo su capacidad de leer los partidos. También él ha cubierto diferentes posiciones pero siempre ha sido bueno en invididualizar la zona del campo donde podía hacer daño al rival. Quiero conseguir robarle ese secreto”.
Al inicio había escepticismo entre los jugadores por este módulo. ¿Qué hizo Seedorf para convenceros que era el camino adecuado?
“Con las prestaciones. Hace falta tiempo, para tener certezas a nivel táctico no basta con una semana. Hace falta colaboración, el camino es todavía largo pero las ganas de mejorar y ganar crecen día tras día”.
La clasificación dice que entre Juve y Milan hay 31 puntos de diferencia. ¿Es todo verdadero?
“La Juve en los dos últimos años y medio han dominado el campeonato. Tiene grandes controladores, como Buffon y Chiellini, los cuales conocí en la Selección. Pero los puntos cuentan hasta un cierto punto: el año pasado con la Samp los batimos tanto en la ida como en la vuelta. Intentaremos ganarles”.
El año pasado Icardi hizo tres goles en dos partidos. ¿Quién será vuestro Maurito?
“Digo a Pazzini. También él, al igual que Balotelli, puede marcar diferencias”.
El derby Juve-Toro estuvo acompañado de polémica. ¿Crees que existe una sumisión psicológica de los árbitros hacia los grandes?
“Los árbitros deben poder equivocarse. Yo creo en su buena fe. A veces sucede que te enfadas por un error en el campo, pero las cosas deben terminar ahí. No puede crear polémica”.
En enero del año pasado estuviste cerca de ser bianconero y mañana te verás con Marotta, tu descubridor
“Es cierto, hubo un contacto pero la negociación no despegó. Marotta y Paratici me llevaron a la Samp cuando era muy joven. Son fundamentales para mi carrera”.
Capítulo Balotelli: fuistéis casi compañeros y os conocistéis en el partido Inter-Samp de los equipos Primavera. ¿Lo ves cambiado?
“Mario siempre ha sido el mismo. Siempre ha tenido ese estilo, yo soy diferente pero creo que cada uno debe tener la libertad de expresarse como quiera”.
Viendo cuanto has crecido en los dos últimos años, ¿Crees que fue una suerte el no haber sido rescatado por el Inter?
“No me gusta hablar del pasado. Estoy contento por el camino que he hecho y no me lamento. Quiero crecer y ganar, estoy contento por poder hacerlo en el Milan”.
¿Con quién estás más unido en Milanello?
“Pazzini, Montolivo, De Sciglio y Kakà. Ricky es especial, humilde y de gran espesor, me está dando muchísimo a nivel humano”.
De lateral a mediapunta, este año has jugado en todas partes. ¿Crees que esta dutilidad puede ser una ventaja, incluso con Italia, o una limitación?
“En defensa me adapté por emergencia, pero tengo una identidad bien definida: soy un centrocampista al que le gusta atacar y defender”.
Y también hacer goles. Quizás a la Juve, equipo al cual jamás ha marcado hasta ahora.
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