miércoles, 19 de marzo de 2014

Entrevista a Maldini.

Los sufrimientos unidos a los sentimientos se unen a las físicas. Paolo Maldini se acaba de quitar las muletas pero le cuesta caminar todavía: culpa de una lesión en el menisco durante un partido benéfico: “Jugué 3 minutos y me rompí. Sin deporte es duro, me cuesta cada vez más”. Luego encima está el Milan en hacer sus jornadas cada vez más amargas.
Maldini ¿vió el partido del pasado domingo?
“Sí, también ante el Atlético y casi todos los de los últimos dos años. Dentro llevo una mezcla entre rabia y desilusión, no tanto por los resultados, porque ya ha sucedido el acabar décimos o undécimos, pero es la impresión es que todo se ha tirado por la borda todo lo que se construyó con esfuerzo durante los últimos 10 años. Esto me hace mucho daño. El Milan tuvo la fortuna de tener mayores ciclos ganadores con similar sinergia de jugadores, sé el trabajo que hay detrás de tantos triunfos, lo que hizo falta para construir una historia tan bella. Ver todo eso destruido hace que tiemble”.
¿De donde nace esta situación?
“Del adiós de tantos jugadores con una mentalidad ganadora. Creo que los éxitos depende en primer lugar de los hombres. En el Milan pasé los últimos 25 años, pero, ¿quién trabaja en el club? Nadie. Del histórico Milan solo queda Filippo Galli, responsable de la cantera. Y luego está Tassotti, he escuchado que se podría marchar en cuanto acabe la temporada. Si fuera así sería un daño alucinante. Perderían otro trozo de historia. Espero que no sea cierto. En el Bayern de Múnich y en el Real Madrid los símbolos trabajan con el club. Este es el primer gran problema. La Juve se dio cuenta y empezó a reestructurar con un sólido grupo de italianos que saben como alcanzar los éxitos”.
Dicho así, podría parecer un discurso “pro domo sua” (barriendo para casa)
“Lo sé, pero no es un discurso personal. Alguno pueed pensar que quiero escupir en el plato donde comí, pero no es así. Sufro viendo al Milan en estas condiciones. Tengo dos hijos que juegan en las categorías inferiores, uno de ellos ahora está cedido en el Brescia. Me siento parte del club”.
Barbara Berlusconi y los hinchas destacan que el Milan invierte mal. ¿Está de acuerdo?
“El club debería declarar que tiene otros objetivos: no se puede competir con la Juve y no está entre los 10 primeros de Europa. No existe un proyecto, se mira solo hoy y no al mañana. Se deben comprar jugadores funcionales al juego, no fichar únicamente a los parámetro cero. Te puede funcionar una vez, pero no siempre. Y luego si haces un contrato faraónico no sirve de nada. Pero el problema es estructural”.
Explíquese mejor
“EL Milan tiene muchos trabajadores pero está infraestructurado a nivel deportivo. Galliani es un grandísimo dirigente, pero no es capaz de comprender a los jugadores. Lo hace todo él y esto no es posible. Si confías siempre en los mismos procuradores, en uno en particular, unas veces puede hacer un gran negocio, otros no. En la base debe existir el conocimiento. Braida en los últimos años tuvo un papel de marginado. Antes estaba Leonardo, que ayudaba a entender si un jugador se podía adaptar al Milan o no”.
“Recuerdo que cuando Leo quería a toda costa que fuera el director deportivo, Galliani dijo: “Es una figura superada”. Eso no es cierto. Si te rodeas de gente capaz menos errores cometerás. Pongo el ejemplo de Pirlo: si llega un entrenador y te dice: “Andrea está acabado y ya no me sirve”, debe existir alguien en el club que diga: “No es cierto, Pirlo es un patrimonio del club, debe quedarse”. Así quizás no se le habría hecho un favor a la Juve. Otro límite: el Milan de hoy no puede ser que no se pueda permitir tener una red de ojeadores en condiciones. Antes se podía elegir al mejor, ahora hay que fichar jugadores funcionales para el equipo. El Milan está a años luz por detrás de los equipos mucho más pequeños”.
Pero la gestión de Galliani ha dado sus buenos frutos durante muchos años
“Sí, pero los resultados no dependen únicamente de una sola persona. Galliani es el hombre de referencia único en casi todos los campos, deportivo y no. La diferencia es que antes el Milan era un fuerte grupo que sabía gestionar el vestuario. Si alguno no iba derecho estábamos nosotros para ponerle firme. Quizás se puede pensar que únicamente estaba Galliani, pero había una sinergia de hombres con los conocimientos adecuados, más los fichajes de Berlusconi. Tras la despedida de tanos jugadores que tenían una mentalidad ganadora, todo se derrumbó”.
¿Galliani debe quedarse o debe irse?
“No me corresponde a mí decirlo, creo que cuando te sientes omnipotente no se entiende que los resultados se obtienen gracias a los demás. Para ganarlo todo hacen falta ideas, proyección y gran pasión. Al Milan solo le queda la pasión. Y no es suficiente”.
¿Barbara es capaz de guiar al Milan?
“No lo sé. Depende de quién se rodee. No creo que sea experta de fútbol y de jugadores”.
Hace meses se habló de su regreso inmediato al club. ¿Era cierto y por qué todo saltó?
“Tuve varias charlas con Barbara, tras la división de competencias fui indicado como el sustituto de Galliani para el área técnica, pero después no volví a escuchar nada. Ella me quería para transmitir todo de lo que hablamos entonces, yo estaba listo para un puesto en el ámbito deportivo, pero no hubo continuación”.
¿Cuantas culpas tiene el club?
“Seguro que esa situación no le agradó a los jugadores. Ya hubo problemas en el pasado, pero fuimos gestionados en Milanello por el entrenador, capitán y jugadores”.
Seedorf tiene un fondo rossonero. ¿Es el entrenador más adecuado en este momento?
“Lógico que no pueda ser experto, tiene gran coraje y personalidad, pero ni siquiera Guardiola podría hacer algo. Clarence no tiene la culpa. Falta claridad de objetivos. Quizás para llegar al final de temporada se podía haber fichado un entrenador más conservador, para empezar mejor el año próximo. Te arriesgas a quemarte”.
¿Habría despedido a Allegri?
“La situación en la tabla era mala, pero nunca pensé que otro entrenador pudiera hacerlo mejor y darle la vuelta a la temporada”.
¿Inzaghi puede ser una válida alternativa para el futuro?
“Lleva dos años en la cantera y esto ayuda. Pero un debutante debe estar apoyado por una fuerte estructura y no quemarse. Sacchi y Capello estaban en sus inicios pero contaban con grandes campeones”.
¿El equipo es tan malo como dice la tabla?
“La tabla refleja el valor de las prestaciones”.
Se habla de un vestuario dividido. ¿Ha hablado con alguno de sus antíguos compañeros?
“No, no he hablado con nadie y me creo poco los rumores, pero en estos casos se vive una extraña situación. Hay un grupo que está mal, que sienten angustia y las prestaciones se ven influenciadas, otros jugadores que se involucran menos porque ya saben que se irán. Ahí la decisión de los hombres es algo fundamental”.
Entre 1996 y 1998 el Milan acabó 11º y 10º pero luego en 1999 ganó el scudetto. ¿Ve analogías con esta temporada?
“Este Milan está a años luz de aquellos. Para reconstruir el equipo hacen falta inversiones. Por aquel entonces para ganar solo había que hacer retoques. Cuando ganamos la Champions en 2007, le dije a Galliani: ‘No pensemos que somos los mejores de Europa, porque no es así’. Ya me di cuenta que sin una renovación empezaría la cuesta abajo. Fue el primer paso, pero el golpe final llegó con los traspasos de Thiago Silva e Ibrahimovic”.
¿Cuanto tiempo hace falta para ver a un Milan competitivo?
“Solo depende de los objetivos. No creo que los hinchas solo quieran a un Milan ganador. Quieren ver un proyecto, el cambio generacional fue mortal”.
¿Balotelli está sobrevalorado?
“No es un todavía un campeón. Lo mismo se podía decir de Pato: el día que vea ponerse el equipo a sus espaldas y darle la vuelta durante 90 minutos, lo será entonces. Hasta ahora lo ha hecho a ratos. Yo no le conozco, pero tengo la impresión que si se hubiera ido a la Juve, un equipo con las ideas claras, un duro entrenador y un sólido grupo de italianos, habría dado el salto de calidad. De todas formas es un error ponerle todo el peso en sus espaldas. No es el salvador de la patria”.
¿Habría aceptado el ir a hablar con la Curva?
“Siempre he odiado estas cosas, nunca he aceptado que gente más joven que yo me digan que me empeñe más cuando yo era el que más presencias he jugado. Si no estás satisfecho, silba, pero la cosa acaba ahí. Recuerdo bien que en 2007, cuando lo ganamos todo, durante seis meses no tuvimos el apoyo de la hinchada. Ahí me enfadé. No lo comprendí”.
¿Berlusconi está demasiado ausente?

“La actual situación da a entender que él no se involucra mucho. El Berlusconi que yo conocí daba indicaciones diferentes desde el punto de vista deportivo”.

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